El Hatha Yoga es una rama del yoga que se centra en la práctica física y la alineación del cuerpo para lograr equilibrio y unión entre mente, cuerpo y espíritu. Combina posturas físicas (asanas), técnicas de respiración (pranayama) y concentración para promover la salud, la flexibilidad y la paz interior. Hatha Yoga es conocido por su enfoque en la preparación del cuerpo para la meditación a través de la práctica física. Es una práctica adaptable, adecuada para personas de todos los niveles de habilidad.
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El Hatha Vinyasa Yoga es una combinación de dos estilos de yoga: el Hatha Yoga y el Vinyasa Yoga. El Hatha Yoga se centra en posturas estáticas y controladas, junto con la práctica de la respiración y la meditación. Por otro lado, el Vinyasa Yoga se caracteriza por una secuencia fluida y dinámica de posturas, sincronizadas con la respiración. En esencia, el Hatha Vinyasa Yoga combina la atención plena y la alineación precisa del Hatha con la fluidez y la transición constante de posturas del Vinyasa. Esta práctica puede ofrecer beneficios tanto físicos como mentales, ayudando a mejorar la flexibilidad, la fuerza, el equilibrio y la conexión mente-cuerpo.
El Hatha Vinyasa Yoga ciertamente puede resultar desafiante para los principiantes, sin embargo, puedes comenzar a probar siguiendo estas recomendaciones: 1. Comunicación con el instructor: Habla con la profesora antes de la clase y comunica que eres principiante. Esto le permitirá ofrecerte modificaciones y ajustes adecuados durante la práctica. 2. Enfoque en la técnica y la alineación: El Hatha Vinyasa Yoga pone énfasis en la alineación correcta de las posturas. Esto puede ser beneficioso si eres principiante, ya que te ayudará a desarrollar una base sólida y evitar posibles lesiones. 3. Usa apoyos: No dudes en utilizar accesorios como bloques, mantas y correas para adaptar las posturas a tus necesidades y nivel de flexibilidad. 4. Escucha a tu cuerpo: Respeta tus límites y no fuerces tu cuerpo en posiciones incómodas. El objetivo es abrirte a los beneficios que te ofrece la práctica y progresar gradualmente. 5. Respiración consciente: Presta atención a la respiración durante la práctica. La sincronización de la respiración con los movimientos te ayudará a mantener la calma y la concentración aunque suele costar al principio.
Aunque el Hatha Vinyasa Yoga puede ser adaptado y modificado para ser apto para embarazadas, preferiblemente se recomienda cuando la embarazada ya tiene una práctica de yoga previa y de nivel intermedio, es decir que conoce las posturas, haciendo más sencilla la modificación de las mismas con la ayuda del instructor. En Hazsana contamos con Yoga prenatal, que son clases diseñadas específicamente para embarazadas o Yoga Restaurativo, la cual tiene una instrucción adecuada para modificaciones durante el embarazo. Recuerda que cada embarazo es único, por lo que es esencial adaptar la práctica de acuerdo con tus propias necesidades y como te sientas en cada etapa. Siempre es mejor priorizar la seguridad y el bienestar tanto tuyo como del bebé.
El Hatha Vinyasa requiere poca preparación, pero hay un par de puntos que puedes tener en cuenta. 1. Necesitarás una esterilla de yoga. Aunque contamos con algunas esterillas de yoga para prestarte, te darás cuenta que es un artículo muy personal y que querrás tener la tuya propia. Habla con el instructor de la clase para pedir recomendación si no estás seguro de qué comprar. 2. Recuerda, puede que sudes mucho durante el Hatha Vinyasa, por lo que es esencial mantenerte hidratado. Es recomendable que no bebas nada al menos 30 minutos antes de la práctica. Lleva una botella de agua para hidratarte al salir de la clase, no es recomendable tomar agua durante la práctica. Lleva una toalla para el sudor. 3. Puntualidad. Llega a la clase antes de la hora programada y sal de la sala de yoga unos minutos después de que haya terminado tu clase. Esto le da a tu cuerpo tiempo para aclimatarse a las diferencias de calor y humedad, así como permitir que tu energía se asiente. 4. Si has tenido una comida completa, evita el yoga durante 2-3 horas. Dado que la capacidad digestiva de cada uno es diferente, es algo que debes identificar por ti mismo. Algunos podrán digerir su comida más rápido que otros. Está contraindicado hacer yoga con el estómago lleno. 5. Asegúrate de llevar ropa ligera y transpirable.
Cada organismo es único, por lo que algunas personas requieren algo de energía previa a la actividad física, en cuyo caso puedes comer algo muy ligero, ya que no quieres hacer posturas de torsiones y flexiones con el estómago lleno. Una porción pequeña de fruta o un puñado de nueces, funciona bien al menos 30 minutos antes de la práctica.
La clase de Hatha Vinyasa Yoga implica muchos movimientos junto con estiramientos. Puedes usar algo ajustado pero no demasiado apretado, nada que dificulte el estiramiento o la respiración. También asegúrate de que tu ropa sea transpirable y esté hecha de una tela que promueva la rápida evaporación del sudor. En este contexto, no se recomiendan las prendas 100% de algodón ya que se empapan con el sudor y tardan mucho tiempo en secarse. Una camiseta sin mangas / manga corta o un sujetador deportivo junto con pantalones de yoga o leggings, es una excelente opción. Evita las camisetas demasiado sueltas ya que pueden cubrirte el rostro durante ciertas poses en las que la postura del torso está al revés. Los pantalones sueltos pueden dificultar tu movimiento, mientras que los pantalones muy cortos pueden ser reveladores en ciertas poses. Lo mejor es evitar cualquiera de estos escenarios.
Si bien el yoga ofrece muchos beneficios físicos, como mejora de la flexibilidad, fortaleza muscular y equilibrio, no se considera un sustituto directo de los ejercicios de musculación. Los ejercicios de musculación suelen centrarse en el desarrollo de la masa muscular a través del levantamiento de peso y la resistencia. Está comprobado que son esenciales para el desarrollo cognitivo. El yoga se considera complementario a los ejercicios de musculación, ya que puede ayudar a mantener la flexibilidad y mejorar la postura, lo que puede ser beneficioso para prevenir lesiones y mejorar el rendimiento en otras disciplinas. Además tiene un componente espiritual que lo hace una excelente práctica integral. Si tu objetivo principal es desarrollar masa muscular y aumentar la fuerza de manera significativa, combinar el yoga con ejercicios de musculación puede ser una estrategia efectiva para lograr un equilibrio entre fuerza, flexibilidad y bienestar general.
“Nada es permanente, todo pasa, todo cambia. ”
"Astrid, nacida en Caracas, Venezuela, posee estudios en el área de finanzas, administración de negocios (MBA), educación (MS) y artes visuales (MFA), estas dos últimas con enfoque en desarrollo sostenible. Comenzó a practicar Hatha yoga de forma intermitente desde el año 2000, sin embargo sostuvo siempre el hábito de la meditación diaria. No fue sino hasta el año 2015 que comenzó a practicar Vinyasa Yoga regularmente dos veces por semana hasta que decidió profundizar cursando el profesorado. Certificada como profesora de Vinyasa Yoga (RYT 200) en 2018 y Reiki Master en 2020, en Miami, FL, también tiene título en Terapia somática y transpersonal, un enfoque holístico de la terapia con énfasis en la espiritualidad. Astrid comparte Vinyasa Yoga, Yin Yoga (alternativamente Yoga Restaurativo o Chair Yoga). Ha sostenido su formación con sus profesores Ken “Anand” Von Roenn y Sadhana Vallejo y actualmente con Patrick Beach. Su enseñanza está basada en cultivar la presencia plena, la ecuanimidad y la integración de los polos de energía ya sea a través de la práctica física de asanas, los ejercicios de respiración, la danza consciente, terapias de sonido y la meditación Vipassana. Astrid abraza las 8 ramas del Raja yoga como estilo de vida y su intención es compartir las herramientas que han hecho posible su integración como vehículo para evolucionar física, mental y espiritualmente."
Verónica es Diseñadora gráfica de profesión y en su búsqueda de prácticas de bienestar empezó el 2013 con el método de Ashtanga Yoga, aunque sus primeros contactos con el yoga fueron el 2008 (yoga de embarazadas) y 2011 conociendo diferentes estilos. Hace 5 años imparte clases de yoga en Santa Cruz de la Sierra. Desde hace 10 años tomó cursos intensivos con profesores en Bolivia, EEUU, Colombia, Perú, Chile y Argentina como también participó en Talleres presenciales y Online con Sharath Jois. Actualmente se capacita con Emilia Arenas, instructora por 15 años en Miami Life Center (Kino Mcgregor y Tim Feldmann) y gestora de Mysore Shalita de Miami Beach. Tiene Certificación en Formación para profesores de 300hrs con especialización en Ashtanga yoga 1ra Serie, Biomecánica y Anatomía I, Ayurveda I, Filosofía del yoga y Ajustes I. También se certificó en el método Thetahealing y en FaceYogaMethod España. Empezó a dar clases el 2018 y el 2021 abrió su propio estudio llamado Hazsana Escuela de Yoga donde impartía clases de Ashtanga Yoga y Dinámico. Hoy es una de las gestoras (junto a sus hermanas) de la Casa de Bienestar Hazsana donde se hace cargo de la Escuela de Yoga y es Coordinadora del consultorio de terapias alternativas y de la Escuela de Trilogía.
Bernardo es ingeniero ambienta de profesión, actualmente se dedica al rubro de la administración y contabilidad. Su primer clase de yoga fue en noviembre de 2018, quedando maravillado con la sensación de paz y bienestar que le generó al salir de la sala, desde ese entonces empezó a practicar 2 veces por semanas, incorporando progresivamente con el tiempo más días. Ahora se dedica a practicar Ashtanga Yoga de manera frecuente (6 veces por semana). Realizó en 2021 un profesorado de yoga en Casa Bhakti el cual le dio la posibilidad de poder aprender sobre todo ajustes de posturas. También da talleres todos los sábados por las mañanas en distintos lugares, ha realizado retiros de yoga en varias oportunidades. Actualmente dará las clases de Ashtanga Yoga los martes y jueves 07:00 am estilo mysore.
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